martes, 22 de mayo de 2012


Zona norte andina
Las celebraciones religiosas toman especial significado en toda la zona andina de Chile, en la que resalta un gran interés por lasdanzas y bailes como  el cachimbo, el huachitorito, el trote y la cueca nortina.
A cada una de las ceremonias asisten por lo general, cofradías de otros lugares, y en este tipo de celebraciones, la música toma principalmente la forma de danza ceremonial.
La música andina se mantiene en localidades precordilleranas y altiplánicas destacando su carácter coreográfico. Merecen especial atención el taquirari, el huaino, el hayno y el huaynito y la danza de sicuras.
Tanto el taquirari como el huaino son bailes de tipo festivo. Sin embargo el huaino mezcla varias danzas: las de cuyacas, trenzadoras de la vara de la fecundidad, las de llaneras, los bailes de villancicos y los de cacharpayas.
El Carnavalito
Danza de origen boliviano y de la época relativamente reciente común en el norte argentino y bailada —también— en el norte de nuestro país. Se baila no solamente durante el Carnaval sino que es preferida en todas las fiestas del calendario, en las que se realizan bailes de conjunto. Su ritmo es binario y recuerda en los rasgueos agudos el instrumento típico denominado "charango".
 Se suele tocar a dos "quenas" en distancia de terceras, acompañado de "Bombo indígena", especie de tambor grande. Es danza de ronda y se baila con muchas parejas, prestándose pare las más cambiantes figures y variaciones. Su carácter es campesino.
Es una danza muy vivaz del norte chileno, y de otros países de América del Sur. Se baila en parejas sueltas pero que coordinan las diversas evoluciones, Su música es la del HUAINO y sus figuras muy variadas, comprenden: el círculo, el puente, las alas, las calles, etc.

Ergologico


lgunos instrumentos musicales de esta zona tienen orígen Quechua Aymara como ser:
Quena, Kena (aerófono):
    Caña abierta por ambos extremos, de veinticinco a cuarenta centímetros, con seis agujeros para los dedos medios y uno pequeño al extremo para el meñique. Los cinco agujeros van en la dirección de la embocadura, y el pequeño al costado. No tiene boquilla, sino un corte que se apoya en el borde del labio inferior. Es una flauta atravesada, reproduce cinco notas, lleva siempre la melodía y en algunas ocasiones se ejecuta sin necesidad de instrumentos de acompañamiento.
Es originaria del Perú. Tiene vigencia en Argentina, Ecuador, Colombia, Bolivia y norte de Chile.

Pincullo o Pinquillo (aerófono):
    Flauta vertical de caña, que mide cincuenta centímetros, con boquilla en su extremo superior. Emite un sonido más agudo que el de la quena.
Dispersión: Bolivia, Ecuador, Perú, Argentina y norte de Chile.

Pusa o Sicura (aerófono):

    Es conocida por su nombre europeo de Zampoña. Está formada por doce cañas huecas colocadas en dos hileras de menor a mayor, amarradas en escala, que al soplarlas emiten determinadas notas musicales. El extremo contrario de las cañas está cerrado. Una zampoña no puede reproducir una melodía completa dadas las pocas notas que tiene. Para lograrlo se reúnen varios intérpretes, donde cada uno ejecuta una Zampoña distinta, construyendo así melodías completas y de riquísimos matices. Es costumbre que los tocadores se reúnan con acompañamiento de percusión.
    Es corriente en Bolivia, Perú y norte de Chile. También se le nombra como Laca, en aymará es Siku o Sikuri.

Tarka (aerófono):
Flauta cuadrada de madera de una sola pieza con seis orificios y una boquilla que sirve de embocadura. Sus dimensiones varían entre veinte y cincuenta centímetros. La Tarka es una flauta vertical que en el sector del medio lleva los seis agujeros para los dedos.
    Se forman grupos para tocar tarkadas, acompañados de orquestas de percusión. Interpretada por los indios de Bolivia y del Perú, su dispersión alcanza al Norte Grande de Chile.

Erke (aerófono):
    El Erke o Clarín se toca depués de las fiestas de Carnaval, en las celebraciones de Corpus Christi, en el mes de junio. Su uso debe hacerse en el invierno, pues existe la creencia de que los bramidos del Erke provocan las heladas y afectan las siembras.
    En Chile se usa en las quebradas del río San Pedro de Atacama, Toconao, Peine, Socaire, Sólor, Séquitor y otros lugares.
    Tiene gran semejanza con la Trutruca araucana.

Charango (cordófono):

    Guitarrilla, réplica indígena de la guitarra española, cuya longitud total aproximada alcanza a sesenta centímetros. El mástil es de madera, semejante al del instrumento europeo, la parte delantera o tapa tienen la forma de ocho, como la guitarra, la caja de resonancia es de caparazón de quirquincho. Su encordado lo componen diez cuerdas afinadas en cinco órdenes dobles, por lo común metálicas.
    En Chile se usa en el Norte grande hasta la provincia de Antofagasta.

    También existen instrumentos que tienen otros orígenes, como ser:
Ocarina (aerófono):
    El uso de la Ocarina se ha ido perdiendo en el norte chileno; pero se mantiene en Putre, en la zona de Belén en Aiquina y en el altiplano Boliviano.
Su logitud varía de los 15 a 28 centímetros y su diámetro va desde los 5 a los 10 centímetros. Es tan difícil de hacer como de ejecutar, por eso se va perdiendo su uso.Caja (membranófono):
  Es el instrumento más popular desde el Ecuador hasta los valles transversales de Chile, comprendiendo regiones altas del Perú, el altiplano Boliviano y Noroeste Argentino.
Tiene 35 a 50 centímetros de altura. Sus parches son de llama, cabra, vaca o viscachas, según la zona de fabricación y se cosen con arquitos hechos de alambres o varillas de caña que calzan en el aro o marco cilíndrico que le sirve de caja de resonancia.

Bombo Nortino (membranófono):
  El Bombo Nortino es como los bombos de las bandas militares y es el mayor que se usa en Chile. Es instrumento principal en bandas de las cofradías danzantes, durante las celebraciones de la Virgen de la Tirana al interior de Iquique. Tiene una gran caja de resonancia hecha de madera o de latón, con dos aros que sirven para colocar los cueros o membranas elaborados con piel de llama o vicuña y que se fijan en la caja con correajes del mismo material, a modo de cordones. Se hacen vibrar con un mazo hecho de un trozo de palo con una gorra o cabeza de lana forrada en cuero.

Triángulo (idiófono):   En nuestro folclor musical es usado por los conjuntos de bailes en el norte de Chile por su sonoridad, especialmente en la fiesta de la Vírgen de la Tirana. Es un triángulo de bronce, a veces niquelado y abierto en una de sus esquinas inferiores. Se percute con una baqueta o palillo del mismo metal. Se emplea en acompañamiento.
Matraca (idiófono):   La Matraca va montada sobre un mango que lleva una rueda dentada y que sirve para hacer vibrar una lengueta de madera delgada que se coloca en el interior de la caja, adosada a la pared opuesta del instrumento. Suelen usarse matracas de forma rectangular de unos 5 centímetros de altura, 25 a 30 centímetros de largo y 20 centímetros de ancho.
Para ejecutar el instrumento se le toma del mango y se lo hace girar en el aire. Se usa aisladamente en las festividades religiosas nortinas.


Folklore Zona norte

El norte de Chile es árido o semiárido y tiene una meseta o altiplano en que es relevante la presencia de la cultura aymara. Los bailes y danzas son principalmente del tipo religioso. Los elementos folclóricos de la zona del "Norte Grande" fueron incorporados después de la Guerra del Pacífico. En el área andina, al norte del pueblo de San Pedro de Atacama (II Región de Antofagasta), las fiestas religiosas generalmente cuentan con la presencia de cofradías de danzantes que llegan desde otros lugares a venerar la imagen del santo patrono de la localidad. En esta área la música y la danza cumplen un papel fundamental, debido a la multiplicidad de fiestas tradicionales en los distintos pueblos, tales como: El enflorecimiento de llamas, Miércoles de Ceniza, Fiestas de los Muertos, Fiestas de la Cruz, Limpia de Canales, etc. Entre las festividades celebradas en esta área se encuentran la de San Pedro de Atacama, La Vírgen de las Peñas en el Santuario de Livilcar y la más conocida, la Fiesta de La Tirana. {diablada y antawara} en honor a Nuestra Señora del Carmen de La Tirana.